sábado, 10 de abril de 2021

Querido 2020

 Hola! 

Hace mucho tiempo que no me paseo por aquí, a dejar un poco de historia y algo de conocimiento. Tanto hace, que si contase todo lo que me ha pasado, podría hacer un libro con el que el conjunto de los libros de Tolkien, parecerían lectura ligera. 

Este post no lo voy a centrar en aportar algo de conocimiento de programación, como era costumbre, sino que voy a contar lo que me ha ocurrido a mí y en mi entorno, en el año 2020.

Para poner un poco en contexto, han ocurrido una serie de cosas que han modificado mi vida totalmente. Me han descubierto una enfermedad, que por suerte y aparentemente, a día de hoy a pesar de tenerla, me deja vivir con completa normalidad y que por suerte, consigo conllevar sin necesidad de tomar ningún tipo de medicación, a pesar de las indicaciones médicas (por el momento). Lo cierto es que si tuviese una recaída me lo tendría que replantear... pero necesito poder ser yo.

Laboralmente, la vida también me ha cambiado. He finalizado todos mis intentos de emprendedor y vuelto donde estaba hace 10 años trabajando, aunque por suerte, mis intentos de emprendedor han logrado hacer que tenga mejores condiciones y posición, en un proyecto por el que merece la pena trabajar y mantener, ya que depende el funcionamiento farmacéutico de Euskadi de él. 

Por otro lado, ahora mismo me acompaña en mi viaje otra persona maravillosa. Las cosas no siempre salen como uno quiere y la vida nos hace replantearnos decisiones, para proporcionarnos una visión de lo que realmente queremos, disfrutamos y necesitamos. Y con la intención de conocer gente nueva, me tropecé con Agur, el día de los inocentes de 2018 y aunque desde entonces nos hemos reído mucho, por suerte no fue ninguna inocentada conocernos.

Empezamos 2020 hablando de Jose, el padre de Agur, una persona muy entrañable y conocida en su barrio, que conocí de manera muy divertida y que aunque coincidimos muy poco tiempo, me cayó en gran estima.

Y retomando el hilo, Jose ha salido en nochevieja de un ingreso hospitalario. Por desgracia, arrastra una enfermedad que acabaría con su vida el día 2-2-2020 y que el día de nochebuena de 2019 le haría ingresar para darle el alta en nochevieja, sin que pudiesen hacer mucho más que medicarlo contra el dolor. El año empezaba de una manera muy dura para todos y lo único que haría sería continuar poniéndonos a prueba a todos, en casi todos los sentidos.

El 27 de febrero, estando trabajando, me sale una hemorragia ocular que hace que se me ponga el ojo izquierdo como si dedicase mi vida a beber sangre y asaltar cuellos a mordiscos de personas desconocidas. Por suerte y aunque Agur consiguió llevarme a urgencias, casi llorando como un niño pequeño, para que me lo mirasen, no revestía mayor importancia.

El 10 de marzo, con la esperanza y el placer de volver a darle caña a la guitarra, me compro mi preciosa acústica Alhambra. Y el mundo, en su infinita sabiduría y para darme el placer de poder estrenarla con todo el tiempo del mundo, hace que 5 días después, el 15 de marzo, se declare el estado de alarma en España, debido a una pandemia mundial por el virus denominado Covid19. Si Jose levantara la txapela y nos viese al poco de fallecer, a todos encerrados en casa y con mascarillas, seguro que pensaría que le estábamos gastando la inocentada del siglo.

En estos días, también conseguimos llevar a urgencias casi a rastras, a la madre de Agur, para que le mirasen una herida que se le había ido poniendo fea y que no había dejado que se la mirasen antes, para poder cuidar de su marido. Resulta que no era una heridita fea, sino que se había transformado en una úlcera que la envolvía media pierna y amenazaba seguir extendiéndose. Y todo empezó con un arañazo con un  carrito de la compra oxidado... si es que los carga el diablo...

Unos meses más tarde y debido a la mezcla de una bacteria contagiada en las curas de las piernas, con una portadora que hacía caso omiso a las indicaciones de dormir tumbada y de pasear todo lo que pudiese, hacen que acabe ingresada en el hospital, ya con la úlcera extendida por casi la totalidad de las 2 piernas. Una semana después sale del hospital, demostrando que la comida limpia del hospital, junto con dormir tumbada y un antibiótico potente, hacen que se reduzca visiblemente las úlceras. Aquí debería de indicar que a día de hoy, aunque ha mejorado, sigue con ambas piernas vendadas y yendo habitualmente a curas para ambas y dando paseos por debajo de lo que debería y a veces a regañadientes.

Cuando Agur se vino a vivir conmigo, se trajo a la prole con ella que consistían en 2 seres de 4 patas, uno perteneciente al reino de las gatunas que acabamos llamando Miu (por que era al único nombre que hacía caso) y Noa, perteneciente al reino de las perrunas. La verdad que aunque cada una con sus cualidades, las 3 son encantadoras😋

En esto que estando, o al poco de pasar la desescalada de la cuarentena, el 17 de junio al coger a Miu para darla un achuchón, la noto el estómago muy duro. Esto unido a que ese día y el anterior había vomitado consecutivamente, junto con unas diarreas muy feas, hacen que la llevemos al veterinario de urgencia. Nos dan laxantes y nos comentan que al de una semana, debemos pasar de nuevo para hacerla una eco y ver que todo está en orden en el estómago.

Aunque a la semana, el día 24 de junio, vemos que ha mejorado sensiblemente la dureza estomacal, la eco no acaba de visualizar ciertos puntos en sus intestinos. Después de derivarnos a otro veterinario con una eco más potente y habiendo visto fugazmente algo sorprendente, deciden abrirla para encontrar, por sorpresa, que siendo una gata esterilizada y sin celo, contiene en su interior 3 gatitos momificados. Miu fue una gata que Agur rescató de la calle y que parece que al ser castrada, estaba preñada pero de muy poco tiempo, por lo que empezó a engendrar los gatitos fuera del útero gatuno, quedando estos momificados.

Habiendo pasado esto un miércoles, el domingo Agur invito a Txaro a comer en casa. Para no molestarlas, ya que creí conveniente que tuviesen algún momento madre-hija, me metí en el cuarto donde tengo el ordenador a hacer tiempo. Entre juego y juego, salía y entraba de la habitación a echar mano de unas chuches que nos habían tocado en un sorteo de una tienda del barrio de los padres de Agur. Después de estar un rato hablando con su madre Agur, decidió ponerse a planchar y debido a que la sala es un poco angosta, decidió poner la cama de Noa delante de la puerta de la habitación en la que yo me encontraba. En la siguiente vez que yo salí, tuve que saltar a Noa para atracar la cesta de chuches, pero lo que no me imaginaba era lo que iba a pasar al volver a saltar por encima de la perruna.. 

Resulta que Noa, para estar a gusto, se había orientado en su cama mirando a Agur, lo que había hecho que posara su rabo en la esquina de habitación apoyándolo en la puerta. Cuando salí la siguiente vez de la habitación, al abrir la puerta, Noa depositó un tercio de su rabo en la bisagra. Esto hizo que cuando volví a entrar en la habitación, al cerrar la puerta (con cierta prisa por haber atracado media bolsa de golosinas), se amputara el tercio de rabo... podéis imaginar el dolor, pero no que el movimiento nervioso del rabo de la perra, provocara un aspersor haciendo tal sangría, que hubo ciertos momentos que en el suelo de toda la sala, el baño y la habitación hubiera más rojo que madera. 

En estas fechas, Agur me animó a adquirir mi primera, no voy a decir vivienda, pero sí propiedad. De esta propiedad, de la que tampoco me excederé en detalles, se firmó el contrato de compraventa un mes después. La intención era que se empezasen las obras durante el verano, para evitar  molestias a los vecinos y poder avanzar con el buen tiempo, con la previsión de estar disfrutando de ella en navidades de 2020. Después de conseguir lo imposible con casi cualquier aspecto que ha estado en nuestras manos de la propiedad, a día de hoy la obra sigue sin acabarse y aunque avanza poquito a poquito y nos aseguran que la acabarán en breves, a día de hoy no hay ninguna estancia en la que se pueda dar por finalizada la obra.

Siguiendo avanzando en el año, nos acercamos a septiembre. Agur posee un pequeño piso que, debido a un par de personas que lo necesitan con urgencia, decide alquilar. Esto hace que  dispusiéramos de dos  fines de semana, para desalojar la sala y montar unos armarios y un sofá, reorganizar y montar un dormitorio con su canapé con cajoncitos de Ikea y su colchón, y desmontar y montar completamente la cocina con sus correspondientes armarios, encimera y electrodomésticos. 

Fue una paliza brutal. A pesar de que hacía tiempo que no hacía deporte y que había cogido peso, llegó un punto que deseé amputarme las piernas, antes que seguir cargando con ellas, de lo cansado que estaba. Suerte que me hagan falta para andar, que sino... Total, que siendo sábado muy tarde, decidimos esforzamos para acabar todo lo que pudimos, e irnos hacia casa para poder descansar sin haber cenado.

Para dar más detalles, el vehículo en el que volvíamos era un Altea perteneciente a una empresa que Jose poseyó mucho tiempo atrás. Agur, aún no tenía carnet y yo lo estaba usando de vez en cuando, para evitar que se deteriorara.

Al llegar a casa y buscar aparcamiento, nos entró la gusa y decidimos parar en la tiendita de alimentación del chino de debajo de casa, para coger algo de picoteo y engañar al hambre. De lo cansado que estaba, decidí aparcar el coche lo más cerca posible de la puerta del chino, lo que conllevaba aparcarlo en dirección contraria rebasando una línea continua de una carretera bidireccional. Al estar dentro de poblado y tan cansado, no le di la importancia que tenía, ni preví lo que iba a pasar a continuación.

Estando dentro de la tienda, justo pasó la policía municipal haciendo la ronda, la cual frunció el ceño al ver como estaba colocado el vehículo. Inmediatamente se pararon a continuación de este y se bajaron para pedir explicaciones, de una manera bastante contundente. Agur, que aún estaba dentro del coche, solo acertó a señalar hacia el chino, cuando la preguntaron con tono elevado, que quien era el conductor.

Yo, que estaba dentro de la tienda y con ganas de llegar a casa y morir plácidamente en mi cama, me encuentro que al salir, que hay un municipal (policía municipal) delante mío prácticamente unicejo del enfado que portaba y bastante nervioso. Me pregunta si soy el conductor y al responder afirmativamente, me interpela si me parece normal haber estacionado así el Altea. Tengo que reconocer que no podía con mi alma (por si no ha quedado claro ya) y que debido a esto, mi cabeza solo me dio como opción a responder de buenas maneras y con el mejor humor que pude: "Pues donde quieres que lo deje!"
 - Agur al oírme casi se desintegra.
 - De reojo, creo que fui capaz de ver, como el compañero del municipal casi se traga la mascarilla extendida, al abrir tanto la boca por el asombro.
 - El municipal que me preguntó, si lo hubiese hallado, habría pulsado el botón de "Destruir individuo", marca ACME... pero por suerte no encontró el botón.

Creemos que entre lo acabado que me vieron y lo acojonada que vieron a Agur, se apiadaron de nosotros y decidieron no sacrificarme como un cerdo en San Martín.

Más tarde nos explicaron que no se debe conducir el coche de un fallecido nunca (primera vez que lo oía, pero con toda la razón, a ver a quien  le meten las multas) y que el coche parecía tener alguna traba en tráfico, pero que debido a las altas horas que eran (ya nos acercábamos a la 1:30 horas), no sabían decirnos con exactitud porqué, pero debían inmovilizar el Altea y llevárselo al depósito. Suerte que estábamos al lado de casa.

La semana siguiente la pasamos intentando sacar el coche del depósito, infructuosamente. Le faltaba el seguro (con el fallecimiento de Jose no habíamos caído en ponerlo al día), el impuesto de circulación... pero por suerte pagando todo se soluciona, hasta hallar el problema de fondo: parece que Jose, al cerrar la empresa, algo no había hecho bien del todo y había quedado a deber a hacienda algo más que el valor del coche, cargándolo sobre este, por lo que decidimos prescindir de él.

Si lo del Altea pasó un sábado a las tantas, el miércoles que tocaba, volviendo en moto del barrio de los padres de Agur, vemos que en la autopista se ha quedado tirado un VW Golf muy parecido al que poseen mis padres. O sorpresa, cuando al acercarnos vemos que eran mis padres. Por suerte, al final no había pasado nada y la avería se solucionó al de unos días.

Unos días después, el domingo de esa misma semana, al pasar por la calle de debajo de casa, un niño, para bajarse, abre la puerta del coche en el que iba sin mirar justo en el momento que yo pasaba,  desgraciándome la aleta delantera de mi Civic. Al final todo se reparó sin ningún percance y el extranjero dueño del vehículo, que al principio intentó endosarme el descuido de su vástago, al ver el mal humor que me entró por semejante maniobra, reculó y se puso como culpable del accidente.  

La verdad que no se cuantas posibilidades había, matemáticamente hablando, de quedarnos sin los 3 coches en la misma semana. Por suerte, pude valerme de la moto para ir a trabajar.

Teniendo en mente animar a Agur con el carnet y algún futuro proyecto, buscamos y acabamos comprando un Clase B de segunda mano.

Que sorpresa la nuestra cuando unas semanas después, le llaman a Agur de la policía municipal de Portugalete para indicarle que puede llevarse el Altea. Resulta que estando en el depósito, la policía municipal, reclamando que hacienda revise las cuentas de la empresa de Jose, se dan cuenta de que todo ha sido un malentendido y el coche está libre de cargos.

En aquellos días, yo estaba nervioso con los vecinos y la obra de la nueva propiedad, y al llamarme Agur y contarme que la había llamado la policía casi me da algo... por suerte la localidad no es la misma y solo se me salió el corazón del pecho un segundo. Luego volvió a meterse solo.

Así que nada, de repente acabamos con más coches que una empresa de alquiler de vehículos. 

Y para finalizar, el regalo de navidad. De hace unos años para aquí, he ido acarreando ciertas molestias al levantar la pierna izquierda y por fin me había decidido a ir al traumatólogo a que me lo mirasen. Menuda sorpresa cuando me descubren a través de radiografías y resonancias, que tengo artrosis y que se me ha desprendido el cartílago del fémur donde se une con la cadera.

Además, he descubierto que alguien muy loco puede hacer la vida muy jodida a todos los que le rodean en el trabajo y a todo lo escrito anteriormente, se une que desde septiembre de 2019 hasta ahora, a mi jefe y a mí nos ha tocado sufrir a uno... Hay una frase que se me quedó grabada en mis primeros años de mi vida laboral: "Nadie es imprescindible en una empresa".

Quien iba a imaginar que el año con el número par más bonito, iba a ser el más cabrón.

Nota: Por fin un amiguete y machote del alma, ha decidido sentar la cabeza y se ha casado este 2020. Enhorabuena Nawar!

Feliz 2020. 

viernes, 13 de mayo de 2011

¿Dónde está el universo?

Desde luego, da gusto empezar un post así. 
Solo al leer estas palabras del título (sin los interrogantes) esperaría una respuesta seguida de un enlace que nos diesen unas coordenadas en 4D que nos situasen en una nueva carta de mapas estelares... pero como lleva interrogantes, la única respuesta que puedo darte es: "ni idea chavalote". Lo que quiero decir es algo un poco diferente a la manera habitual de verlo. 

Imaginémonos un átomo que se encontrase (en un dedo del pié no, que estaría ahumado) en nuestro brazo, y pongámonos en su lugar.
Si nos fijamos en la imagen, ¿no os recuerda a algo? la cosa azul podría ser tranquilamente la tierra dando vueltas alrededor del sol. Y ahora poniéndonos en la piel de el electrón que sería la tierra, ¿cómo seríamos capaces de percatarnos de nuestra posición en el brazo y de en que persona, mundo, universo estamos? Lamentablemente con la tecnología actual nos sería imposible, y bien pensado nunca podríamos verlo porque nuestra pequeña perspectiva no nos lo permite ver, al igual que nos ocurre con nuestro ojo y el átomo de nuestro brazo.

¿Qué conseguirían entonces el Apolo y el futuro Orión, o las sondas al espacio? Pues nada..
¿Qué divisaríamos desde el punto de vista de nuestro átomo? Pues poca cosa, porque imagina los átomos que forman un brazo y el espacio que puede haber entre ellos, sin tener en cuenta el espacio que puede haber desde un átomo del brazo a uno de aire (en atómetros :)...


Y ahora viene donde la matan... y si todo el universo fuese una redundancia cíclica?? y si un día unos investigadores con el microscopio más potente descubren planetas donde debería haber átomos? ¿habrá otro tipo de vida a ese pequeño nivel?
Si nos rascásemos el brazo.. ¿estaríamos provocando un Bing-Bang?? 
Al igual que lo que pienso cuando veo a Rick:
"cuidado con rascarte peludo, que eso puede que no traiga nada bueno..."





REFLEXIÓN CONTEMPORÁNEA

Según he leído en algún artículo de divulgame.net el universo está condenado a quedarse sin energía con el paso de los miles de bilenios de años hasta apagarse completamente... pero si la energía que une los núcleos de los átomos nunca se disuelve -la energía ni se crea ni se destruye, principio de la termodinámica-  y si un átomo no se puede destruir por si solo, ¿no encontrará la materia una forma de regenerarse?
La energía nuclear es la que se obtiene de la escisión o unión de los núcleos de los átomos (
fisión y fusión). Hemos visto que realmente en los núcleos de los átomos es donde radica la energía que se obtiene, y según parece ésta energía es también a su vez eléctrica.
¿No es una paradoja que la mayor fuente de energía se encuentre en los núcleos de los átomos, y que aun habiéndola liberardo mediante fisión, ésta materia siga con una energía sin precedentes?(y sino díganselo a los de Chernovil o Fukushima).
Aquí las mujeres dirían, "lo pequeño puede que importe, al fin!!" :)


POR APARTE, LA PARADOJA DE OLBERS


Según cuenta la paradoja del enlace, nuestra noche debería de ser iluminada. Pues creo que la paradoja se podría explicar de una manera muy simple: Está iluminada pero no la vemos. Si nuestros ojos están preparados para ver el llamado espectro visible, y están adaptados a la gama que emite el sol, evidentemente no es la misma intensidad que la que emite el universo, y además la propia gravedad puede ser la explicación. Los agujeros negros nos han demostrado que se tragan la luz. ¿No podría ser que aunque de una manera muy leve, la gravedad influya en la trayectoria de la luz? siguiendo éste razonamiento, la luz de las estrellas distantes podrían ser desviadas por otras más cercanas y resultarnos invisibles en nuestra posición. Como guinda, imagina poder ver las ondas de radio, o televisión. Sería otro mundo, ¿no?

PREGUNTAS

¿y si nuestro universo son solo ondas eléctricas y materia unida por ésa energía? 
¿de dónde sale o procede todo ese enorme conjunto de energía que es la atómica(todo está compuesto de ella)?
¿que es el vacío del espacio? 
¿que estamos viendo cuando no se sintoniza bien la televisión? 
¿donde estamos en 4D?

sábado, 5 de febrero de 2011

Error de w3wp.exe al

Hola de nuevo,

Estaba programando mis experimentos en una aplicación silverlight con WCF y con el protocolo net.tcp, y resulta que en una de éstas, después de hacer bastantes cambios, durante la actualización de la referencia de servicio  a un WCF desde silverlight, me da el error más raro que he visto en mi vida (y mira que suele dar errores variados)..
El error en cuestión, no es un error que muestra con un mensaje el Visual Studio, sino que es un error que muestra por fuera de la aplicación como una excepción sin cotrolar.


El error exacto:
Se produjo una excepción de Microsoft .NET Framework no controlada en w3wp.exe [id aleatorio].
El depurador Just-In-Time se inició sin los permisos de seguridad necesarios. Para depurar éste proceso, el depurador Just-InTime se debe ejecutar como administrador. ¿Desea depurar el proceso?

Y da a elegir. Si se cancela (varias veces si se hace rápido), al final acaba mostrando el siguiente error:

Error al descargar "uri del servicio WCF". Se excedió el tiempo de espero de la operación. Los metadatos contienen una referencia que no se puede resolver: "uri del servicio WCF". Error al recibir la respuesta HTTP a "uri del servicio WCF". Puede deberse a que el enlace del extremo del servicio no usa el protocolo  HTTP. También puede deberse a que el servidor anula un contexto de solicitud HTTP (posiblemente por el cierre del servicio). Consulte los registros del servidor para obtener más información. Se ha terminado la conexión: Error inserperado de recepción. No se puede escribir datos de en la conexión de transporte: Se ha forzado la interrupción de una conexión existente por el host remoto. Se ha forzado la interrupción de una conexión existente por el host remoto.

Bueno, después de muchas idas y venidas resulta que lo que estaba pasando, es que en el constructor del WCF había metido código y aunque compilaba corréctamente y no tenía ningún error, hacía saltar los errores anteriormente comentados al actualizar la referencia de servicio. Para quien le interese, concretamente el código eran operaciones que hacían entre sí un par de singletons de otras soluciones.